Podemos pensar el poder como una “cosa” que alguien detenta.
En general, es así como lo concebimos: el poder de nuestros padres cuando somos pequeños, el de la directora de la escuela, el del policía de la esquina, el intendente, el gobernador, el presidente.
Pero también podemos pensar el poder (como lo hacía Foucault) como micro poderes.
Muchos micro poderes.
El poder no sería entonces una “cosa que alguien detenta”, sino una cantidad de pequeños poderes que se articulan.
El poder sería una “relación”.
¿En una red? Infinitas relaciones que se articulan y se potencian.
Visto así: ¿quién detentaría más “poder”?
¿Los políticos partidarios que son electos, junto a los funcionarios que a su vez son elegidos por ellos y los rodean?
¿O la ciudadanía, que en una red de inteligencia colectiva y colaborativa, haga que sus “relaciones” crezcan, vayan y vengan, dialoguen; intercambien información: de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo y transversalmente; reflexionen, “propuesten” y protesten de manera infinita?
Asumamos #ElPoder que tenemos.
Somos #LaCiudadanía.
La suma de infinitos micro poderes que se relacionan, articulan y exigen, en pos del Bien Común.
#YoQuierounSueñoparaMiPaís