Latinoamérica es un espejo que adelanta.
Es claro y evidente el fracaso económico de las políticas que no contemplan la inversión, la iniciativa privada, la creación de empresas, la integración al mundo, la exportación y el empleo genuino como base y motor de desarrollo, crecimiento e inclusión.
A la vez, sabemos que es necesario el rol eficiente de un Estado atlético no elefantiásico, que cumpla (y muy bien) las funciones que le son indeclinables: salud, educación, seguridad, justicia, ancianidad.
Junto a nuestra propia vulnerabilidad, la pandemia ha dejado desnudo al rey: políticos partidarios de relatos vacíos, eslóganes insustanciales, emprendimientos personales de poder, luchas intestinas por cargos y, por sobre todo, ausencia total de planes en pos del crecimiento y desarrollo de sus países.
Estamos habitando un ciclo historico y Argentina es una de sus grandes protagonistas. Acá también el rey está desnudo:
Hace 11 años que nuestro país no crece.
Seamos protagonistas de nuestro tiempo. Exijamos a nuestros gobernantes y a los candidatos que se van postulando para las elecciones 2023 que expliciten su plan para nuestro país, sus ministros, sus equipos.
Dejemos de ocultar y negar el fracaso sistemático de nuestros representantes y la inexistencia de un plan a largo plazo.
Que no lo diga solo un niño, sino toda la Ciudadania. Gritemos a viva voz:
¡El rey está desnudo!
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