La transparencia es la característica más importante de la función pública. Da lugar al control de los ciudadanos, quienes deben ser representados por sus gobernantes con idoneidad y probidad.
Las compras y contrataciones que realiza el Estado permiten a las instituciones estatales cumplir con los objetivos que le son inherentes: educación, salud, justicia, seguridad y defensa.
Esas compras y contrataciones deben ser transparentes y usar la menor cantidad de recursos posibles de manera eficaz y eficiente . Los procedimientos de los gastos públicos deben darse a conocer de manera clara para prevenir hechos de corrupción e investigar y sancionar si los hubiera .
La medida más utilizada para la compra y contratación de bienes y servicios por parte del Estado es la Licitación Pública .
La licitación es un mecanismo legal, público y abierto para que los organismos de gobierno adquieran o contraten bienes o servicios. Las empresas o personas interesadas en venderle sus productos o servicios al Estado deben formular sus propuestas cumpliendo las condiciones requeridas. De esta forma, entre todas las opciones, se seleccione la más competitiva por relación precio-calidad, disponibilidad, plazo de ejecución, tiempo de entrega, etc.
Para que la licitación sea considerada válida se deben cumplir procedimientos estrictos de transparencia , competencia, legalidad y legitimidad. Además, se debe asegurar que todos los que deseen puedan ofertar libremente y en igualdad de condiciones .
Una medida contraria y poco transparente es la contratación directa.
Esta debe utilizarse solo en casos específicos, excepcionales, urgentes, y/o de fuerza mayor, porque de lo contrario es otra forma más de corrupción y prebendarismo. En la contratación directa, el Estado negocia directamente con la empresa o persona que ofrece bienes o servicios. De ser utilizada, y aún en caso de estar legislada y reglamentada, el Estado debe demostrar el porqué de su necesidad. Como en cualquier contratación de empresa privada o compra familiar debieran existir otros presupuestos de mercado que avalen la oportunidad, el precio y la calidad contratada.
El dinero del Estado es un recurso de todos los ciudadanos que debe manejarse con responsabilidad y cuidado. Si las contrataciones públicas se realizan en un contexto de publicidad y acceso a la información, se posibilita el control social adecuado y se desarrolla confianza entre representantes y representados. ¡Si otros países pueden hacerlo, nosotros también!
Exijamos transparencia, eficiencia y eficacia.