La primavera es la estación que se asocia con la alegría y el renacer; y que a lo largo de la historia todas las culturas han festejado, con sus mitos, sus leyendas y poesías.
Ese renacer se ajusta al momento en que las flores ya no se hielan y sus frutos generan las semillas viables que les permitirán reproducirse. Terminado ya el invierno, los animales encuentran sustento en las nuevas hojas de hierbas, arbustos y árboles caducos. Las ovejas, siguiendo el ciclo de crecimiento de los pasto, paren y producen más leche para sus crías.
¿Qué pasaría si las flores se anticiparan y se helaran? ¿O si se retrasaran y no llegaran a madurar sus frutos? ¿O si los corderos nacieran en pleno invierno para morir de frío? ¿O si por el contario, nacieran muy avanzada la estación y entraran al invierno siguiente muy pequeños?
Renacer en el momento adecuado es imprescindible para desarrollarse.
Argentina viene de décadas de decadencia. Un larguísimo invierno.
El ánimo colectivo, agotado en crisis sucesivas ha virado hacia un pesimismo que todo lo impregna.
Muchos se han ido y el resto, que no se fue ni se irá, oscila entre la angustia, el enojo, la bronca y una pegajosa sensación de desprotección.
La que atravesamos no es la peor crisis que hemos vivido, pero sí es la más desesperanzadora, porque la conclusión mayoritaria es que, así como vamos, la Argentina no tiene futuro.
La crisis ha mutado de lo inmediato a lo trascendente.
Es una crisis de rumbo, de camino, de horizonte, de proyecto, de “plan”.
Recuperar la idea de proyecto es vital. Tan vital como renacer en el momento adecuado.
Hay un hartazgo profundo de la polarización y de la reactividad, de ese juego de suma cero en el que persiste la política partidaria como única propuesta.
Hay también una toma de conciencia de la magnitud de las dificultades, de los motivos que nos han traido hasta aquí, y de la imposibilidad de más parches y más atajos que conduzcan a ningún lado.
Es el momento adecuado.
Los seres humanos tenemos una capacidad única: podemos soñar, podemos imaginar el futuro, podemos bajar ese sueño a proyecto y podemos caminar hacia él.
Es nuestra oportunidad de renacer, crecer y desarrollarnos.
Pongámonos en movimiento.
Porque la oportunidad solo se deja alcanzar por quienes la persiguen.
¡Feliz primavera!
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#PongámonosEnMovimiento 🏃♀️🏃♂️
Estas palabras fueron inspiradas por un artículo de Fernando Vilella y Alejandra Mella, que en parte reformulamos. Les agradecemos su trabajo, sus reflexiones y esa inspiración.